ESTE ES MI PERFIL

Parte I

Hace mucho tiempo que nací y luego de muchos pasos dados desde entonces, aún escribiendo Poesía Infantil y cuentos del mismo género. Fue en el año 1950 en la ciudad de Cali. Claro que pude haber llegado a este planeta tierra en otro lugar ese 7 de Junio.

Mi hermosa e inolvidable niñez fue en la vereda Puelenje, de Popayán, en la finca del abuelo Salomón que, donde sin zapatos y pantalón corto, correteé por los sus rincones más atrevidos subiéndome a cuanto árbol se me atravesaba por el camino; naranjos, guamales, mandarinos, guayabos, curubas y otros varios frutales que ahora no recuerdo pero que muy sabroso me sabían. Y fue en la escuela de la vereda que empecé a dejar de ser mi yo primario para convertirme a ser otro, lo que al presente soy. Para alcanzarlo me inicie, no se si escribiendo o dibujando bolitas, palitos, bolitas, palitos; luego juntando las bolitas y los palitos le dimos forma una a una a varias letras y con ellas a palabras como mamá, papá, bebé, dedo… ¡Qué hermosos y armónicos momentos de mi vida jamás para olvidarlo! “Y aquí estoy y aquí me quedo…” porque amo a mi Colombia más que un bobo a la mamá.

No escudriñando otros tiempos de mi vida, la nave del tiempo me llevó a despertar en Manizales después de haber arribado con mi madre a Pereira desde Popayán en un avión DC 4. ¡Qué susto tan berraco! Yo, un montañero de vereda montado en una casa que vuela… Y poco a poquito fui descubriendo las amplias diferencias culturales entre ese Manizales de la arepa, el sancocho y el café que trajeron los arrieros y colonizadores paisas que llegaron desde Antioquia abriendo caminos y construyendo pueblos, y la cultura de esa Popayán de la empanada y el tamal de pipián, con sus calles empedradas, indígenas de la etnia Embera, campesinos nativos y una clase social salpicada por el querer ser de la nobleza española.

Parte II

Y en “La ciudad de las puertas abiertas” arranqué a escribir otro capítulo de mi vida. Estando en uno de los grados de mi educación primaria, ¿cuál sería?, no me acuerdo. Lo que si recuerdo es que hice parte de la bullosa banda de guerra (el bombo era más grande que yo) y del grupo de teatro de la escuela. Y siguió corriendo mucha agua social y cultural bajo el puente de mi vida acompañada de años y más años; fue entonces cuando un torrente del precioso liquido y sus almanaques me arrastró y llevó por las empinadas calles de la ciudad a la Escuela de Bellas Artes; con el frio entre las venas estudié allí Artes Plásticas. Y como estaba en el foco de la cultura manizaleña, participé en exposiciones colectivas de pintura, hice teatro, escribí poesía protestaría e infantil. Como este centro universitario de artes quedaba y aun está en la parte alta de una de las montañas que engalanan la ciudad, desde allí y mirando hacia el horizonte saturado de casas, edificios, vías, montañas y neblina, escribí mi primer poema de poesía infantil , “Pablito, Palito, Pablito”:

Erase una vez
en la escuela de un pueblito
donde Pablo Sacatéz
 con cuchillo y un palito
un muñeco quiso hacer.

Por los pies lo comenzó
en la barriga lo terminó,
no haciéndole la cabeza
porque a él se le olvidó.

Imaginaos cuál sería
La sorpresa de Pablito,
Que por ir con tanta prisa 
Del muñeco le quedó un palito.

Por eso es mejor razonar
 todo lo que se quiera hacer
para no terminar
como el muñequito de él.

Parte III

Como ya el bicho del teatro había hecho de las suyas en mi dejando profunda huella, entonces en la Escuela de Bellas Artes  empecé a sentir que el teatro era más importante que lo que estaba estudiando, Artes Plásticas, fue así que hice parte del Grupo de Teatro de Bellas Artes (Ensayábamos en el Galpón) , Grupo de Teatro de la Universidad de Caldas (para sus montajes utilizábamos el Aula Máxima) Grupo de Teatro Experimental (En el Colombo Americano), Grupo Shakespeare (en sala de ensayos del Teatro Fundadores), Teatro Colegio Antonia Santos (En el patio del Colegio). Y como director de Teatro asumí ese papel en el Grupo de Teatro Experimental CHEC, Teatro Experimental de Telecom, Teatro T.ES.U -Teatro Estudio universitario de la Universidad de Caldas -T-ES.U- conformado por estudiantes de la Universidad de Caldas y Nacional, respectivamente Grupo de Títeres Titiripao, Grupo de Pantomimas CHEC. Con el T.ES.U hicimos el Primer Encuentro Nacional de Teatro Universitario, con la participación de varios grupos de teatro que llegaron a Manizales y a la Universidad de Caldas, en representación de sus respectivas universidades nacionales y privadas.

Pero aquí no para el cuento; como mimo uno de mis montajes fue, “Pantomimografías”.  Con esta obra del silencio realicé presentaciones en Ecuador, Panamá, Costarica, Nicaragua, Honduras, Salvador, Guatemala y México. Y con mis escritos poéticos los llevé a Perú, Bolivia, Brasil, Uruguay. También he sido profesor universitario de Universidad Tecnológica del Chocó, Universidad Antonio Nariño, Universidad de Caldas, sede Pereira, Universidad del Valle, sede Cartago, Universidad Veracruzana, en México, Universidad de Antioquia, Universidad Escolme, en Medellín

Parte IV

Como dice el adagio popular, “No solo de pan vive el hombre”, pero este no es el caso. Más bien diría, “No solo de artes plásticas y teatro vivió este Poeta”, Desde la década del 60 escribo Poesía Negra, Protestataria, Romántica, Infantil. Y como describí en algún párrafo anterior, en el 60 escribí mi primer poema infantil, “Pablito – palito – Pablito”; desde entonces se desprende el rosario de poemas infantiles que he escrito, entrometiendo el canto a capella en cada verso comprometido con el medio ambiento, la naturaleza, la lúdica, los animales, los niños. Pero esos versos no quedaron sembrados en el escritorio, con ellos a la espalda caminé entre auditorios de diversas instituciones haciendo recitales que los niños degustaban, pues así lo expresaban con sus risas y suaves aplausos que llegaban a mi vena poética como ráfagas con su propia música de aliento. Pero entre letrilla y letrilla, verso y verso, estrofa y estrofa había un inmenso interés, dar a conocer mi poética infantil mediando los libros. Como me fue imposible encontrar Empresa Editorial que hiciera realidad mi sueño, me tocó mandarme la mano al bolsillo escuálido económicamente y editar mis propios libros. Fue así como logré la edición de “Cantares y Poesía Infantil Tradicional” -Retahílas-trabalenguas-adivinanzas, “Poesía Infantil “-Canto a la naturaleza- Pero fuera de esos poemas hay otros tantos y tantos y tantos y tantos… que aún ignorados por la población infantil de aquí, de allá y de acullá.

Parte V

¿Y con mis cuentos infantiles qué ha pasado?

Tanto ha pasado y seguirá ocurriendo en este campo maravilloso en el que la fantasía hace de las suyas en espacios en los que solo la quimera puede juguetear como le provoque, pero con el canto a capela de la mano para darle melodía a cada palabra en el juego de oraciones en tamaños que el cuento lo requiera.

Y estos Cuentos Infantiles los conoce solo quien los ha escrito, para el resto de lectores no existen, pero existen donde están. Y ahí están mis Cuentos del género infantil, como por ejemplo:

--Don Ramiro, señor de largos bigotes y gafas redondas caídas a la nariz, sentado en una mecedora de mimbre desgastado, leía el periódico amarillento de fechas ya cumplidas mientras sostenía con sus labios colgados y dientes ennegrecidos por la nicotina, una hermosa y torneada pipa, rebozada de tabaco picado que él preparaba con aroma a su gusto, prendiéndola y dejando escapar sus pensamientos. La acariciaba como si fuera su alma, fumando con elegancia y esparciendo su agradable olor por todas las piezas de la casa.
Y cada que fumaba la pipa se elevaban al espacio figuras caprichosas formadas por el aromado humo; bolitas, círculos, siluetas, cascadas y cabellos abundantes que se agitaban y se perdían con el viento…--

Es el comienzo del Cuento Infantil, “El duende de la pipa”. Pero he escrito otros tantos de los que haré referencia: “Nos vamos de paseo”, “Pajarita y Pajarito”, “La gota de lluvia”, “El viento se perdió”, “La piedra saltarina”, “La gallina Josefina”, “Las gallinas y los granos de maíz”. Pero aquí no para el cuento, como decía alguien por allí, hay otros muchos esperando ser leídos por adultos y niños de cualquier lugar.

Finalmente, este fui y este soy.

Helmer Momphotes
Correo Electrónico: hmomphotes@gmail.com
Medellín, Colombia.