Con el libro que leyóel niño se quedó jugando;pensando en lo que creyóa su mente le fue agregandoDe lo leído y releído se puso a pensar:-¿Si mañana a la luna voyhallaría con quien jugar?–¡A nadie encontré y en la luna estoy!- AUTOR: Helmer Momphotes
¡Qué árbol tan grande!, es la expresión acostumbrada de caminantes que por allí pasanuna y tantas veces, sin admirar los encantos de esa extraordinaria maravilla de lanaturaleza. Y solo veían la corpulencia del árbol mas no a las personas cobijadas con lasombra y hojas desprendidas de su amplio follaje. Tendido cual largo es, don Sueño,…
La niña de cabellera ensortijadapreguntaba al niño que con ella estaba,- ¿Por qué salta la piedra pequeñitaque se encuentra en mi almohadita? -El niño con esmero la buscóy en ningún parte la ubicó- ¿Será que estas imaginandoque la piedra va saltando? — ¡No lo estoy imaginando! -,la niña le decía;- ¡búscala en mi almohada! –,y…
Allá en el caserío de alargada calle sin esquinas, a la escuela de blanco color y grandespuerta entreabiertas carcomidas por el comején, llegó envuelto en el sudor, despeinado ycon polvo aferrado a su espalda, el niño de “La Fonda”, como así le llamaban quienes nosabían su nombre, columpiando en sus manos los cuadernos que agitaban…